El inicio de los tambores del Santo Entierro de Cristo tiene lugar en el año 2001, con motivo de la partida a Kosovo, en misión humanitaria, de nuestro Hermano Mayor Honorario Perpetuo, la Bandera “Millán Astray”, Xª de la Legión Española. Este acontecimiento imposibilitó su presencia en el Solemne Traslado de nuestros Sagrados Titulares, que tuvo lugar el día 7 de abril, así como la asistencia el Viernes Santo de la Escuadra, Banda y Compañía de Fusileros de la Legión, el día 13 del mismo mes.
Por este motivo, y con el fin de suplir la ausencia de la legión, la Hermandad decidió adquirir tambores roncos para ser tocados por hermanos con austeridad, sobriedad y solemnidad.
Es en el año 2004 cuando se crea la sección “Tambores del Santo Entierro de Cristo”. Nuestras fuerzas armadas tuvieron que desplazarse al contingente Irak ese mismo año, lo que hizo que, de nuevo, nuestro Hermano Mayor Honorario Perpetuo, la Xª Bandera La Legión, no pudiera acudir a su cita anual de acompañar a nuestros Sagrados Titulares la noche del Viernes Santo.
Esto motivó que la Junta de Gobierno, en sesión celebrada en Cabildo General el día 27 de marzo de 2004, acordará crear esta sección y que se instituyera de manera definitiva como una parte más de nuestro desfile procesional. Para ello, se decidió que el grupo se conformara de una veintena de componentes y, que gran parte de ellos, salieran de entre los sayones del Santo Entierro de Cristo. Así se les expuso, el mismo día 27 de marzo de 2004, después del Cabildo General, al que fueron citados para la entrega de la cédula de sitio, saliendo voluntarios un buen número de hermanos, uniéndose posteriormente futuros sayones hasta completar el total de 20 componentes.
En este año, las ilusiones puestas para acompañar al Santo Entierro de Cristo y a sus sayones, se vieron frustradas al no permitirlo la climatología ya que impidió que nuestros Sagrados Titulares procesionaran por las calles de Campillos. No obstante, en el recuerdo, quedó la satisfacción de acompañar con toque de tambor a todos los hermanos concentrados en el Salón “El Pozo”, sita en calle Real, arrancando aplausos de cuantas personas acudieron a presenciar, bajo la lluvia, el desfile hasta nuestra Casa Hermandad, para velar a nuestros Sagrados Titulares.
Una vez en nuestra Casa Hermandad, otra de las satisfacciones fue acompañar con el toque acordado de tambor, la concurrida afluencia de personas que durante casi dos horas llegaron para venerar al Santo Entierro de Cristo y a María Santísima de las Angustias.
